Ante el reciente fallecimiento de Alberto Fujimori, desde APRODEH nos solidarizamos con los deudos de las víctimas de su régimen, quienes sienten que la justicia queda incompleta, especialmente en el caso Caraqueño-Pativilca, donde uno de los principales acusados ha fallecido sin ser sentenciado.
Si bien Fujimori muere siendo un condenado por delitos de lesa humanidad, el juicio de la historia lo recordará como el líder de un gobierno que sembró muerte, dolor y corrupción en el país. La realización de funerales con honores no sólo es un agravio a la memoria de las víctimas, sino una demostración del desprecio por su sufrimiento.
El actual gobierno de Dina Boluarte, responsable de la muerte de 49 personas asesinadas sin ningún remordimiento, ha dejado en evidencia que su prioridad es mantener alianzas políticas para asegurar su supervivencia, en lugar de defender los derechos de quienes aún claman por verdad y justicia, como lo hacen los familiares de las víctimas del régimen fujimorista, siempre motivados e inspirados por el amor a sus deudos, los crímenes de lesa humanidad cometidos no tendrán impunidad en sus memorias y en la historia.
Reafirmamos nuestro compromiso en la lucha por los derechos humanos y reiteramos que ningún honor ni poder político pueden borrar los crímenes cometidos. La historia siempre será testigo de la verdad.
